El azar los llevó a Malvinas hace 26 años y cambió sus vidas para siempre
La adolescencia que los abandonó en las islas todavía aparece, tímida, en las heridas de guerra que muestran sus ojos. Adultos en la mirada, chicos en la sonrisa, los pibes de rostros curtidos sobrevivieron dos veces a lo que les tocó vivir, por sorteo, en la Argentina del último cuarto de siglo. Luego de años de silencio debido, impuesto y acatado, se fueron encontrando por medio de un idioma que no podían compartir con otros. Y hoy siguen contando su historia, con el dolor que lo pisado le causa al pasado, y con la orden genética que los marcó a sangre y fuego: seguir viviendo.
Miguel Soto, Daniel Castillo y Juan Carlos Arias tienen 45 años y son veteranos de Malvinas. Sin embargo no es esa guerra lo único que tienen en común, si se piensa en los años que —aun sin conocerse— compartieron en calles distantes del campo de batalla, pero igual de hostiles. Años pensando en sus compañeros caídos allá por las balas enemigas y en los que se dejaron caer acá víctimas de la impotencia propia ante la indiferencia ajena. Historias diferentes en el mismo bolillero.
Leer artículo en:
www.lacapital.com.ar/contenidos/2008/03/30/noticia_2003.html
0 comentarios