"Enfrentando los derechos" (Serie Historias clínicas), Claudia Contreras, 1997
independencia
A la independencia le ladran los perros del sometimiento, la censura, el autoritarismo, la sumisión.
Pienso a la independencia como una suma de territorios liberados: desde diminutas zonas de la subjetividad a extensas geografías del no acatamiento.
Parafreaseando al poeta guatemalteco Luis Cardoza y Aragón, diría que con mi independencia en movimiento, pongo en movimiento a otra independencia.
Si cada palabra se arma en la contigüidad con otros términos, independencia estaría en el mismo vecindario que "libertad". Y por abarcar un amplio espectro que va de lo social a lo individual, en un extremo se toca con "movimiento" y en el otro con "imaginación". En ambos casos denota iniciativa, involucra a la creatividad, arrastra contienda, suma criterios propios. Y por qué no "utopía", ya que también su razón de ser es la búsqueda y la posibilidad de pensarse en un viaje que es aventura emancipadora.
La poesía es independiente en tanto salta sobre las empalizadas de los géneros literarios y encuentra abrigo en la intemperie de las exploraciones y las torsiones de un lenguaje nunca saciado de sí mismo.
Jorge Boccanera, Argentina
)INDEPENDENCIA(
Vida ardua, magra, rugosa, trastocada el espíritu,
pero una fisura en el eslabón y el hombre
dejará de ser lobo. Tiempo pesado y espeso en el que la
rebelión se construye con imaginación, con las uñas.
Entonces la cadena se rompe. Y aparece el cielo,
el mar, las montañas, el sol. La vida ancha y propia
como al principio, como al futuro, donde seamos ellos.
Edwin Madrid, Ecuador
La independencia fue una ficción necesaria durante un período de la historia de la humanidad. Permitió a grupos humanos subyugados liberarse de los términos oprobiosos de relaciones injustas de dominación. La madurez de nuestra especie, lo negativo y positivo del desarrollo que ha traído aparejado, ha demostrado que la independencia no existe porque dentro de este planeta que llamamos Tierra todos somos interdependientes. Habría que aceptar esta realidad y dejar de glorificar el término; pensar más bien en cómo construír una INTERDEPENDENCIA CONSTRUCTIVA que redefina las responsabilidades, límites y códigos de conducta entre las naciones y los seres humanos.
Gioconda Belli, Nicaragua
Es sabido que la democracia liberal abusa del término, lo sobrevalora y lo vacía de significado para que la gente se conforme con su pequeña terminal de consumo en la sociedad del espectáculo. La destrucción de los tejidos comunitarios y la consecuente desaparición del espacio público se han efectuado en nombre, precisamente, de la independencia, de la libertad individual. Independencia es el tipo de palabra que le gusta usar a Silvio Berlusconi. Por eso para mí el término no tiene ningún valor si no es sinónimo de rebeldía y de cierta actitud de alerta hacia lo que ocurre con los demás, con esas otras tantas independencias con las que se pueden generar sistemas de intercambio y traducción de experiencias. La independencia solo es posible en compañía de los otros. Sin los otros la independencia se convierte en un término carcelario. Sin los otros la independencia se convierte en el síndrome de Diógenes, en el silencio rancio de los patios interiores, en gente que se muere sola viendo por televisión cómo otra gente se muere sola.
Juan Sebastián Cárdenas, Colombia