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Derechos Humanos - Albert Einstein

Derechos Humanos - Albert Einstein Díscurso ante la Chicago Decalogue Society, 20 de febrero de 1954.

Señoras y señores:
Se han reunido ustedes hoy para dedicar su atención al problema de los derechos humanos; y han decidido ofrecerme un premio con este motivo. Cuando me enteré de ello, me deprimió un poco su decisión. ¿En qué desdichada situación, pensé, debe hallarse una comunidad para no dar con un candidato más adecuado a quien otorgar esta distinción?
He dedicado, durante una larga vida, todas mis facultades a lograr una visión algo más profunda de la estructura de la realidad física. Jamás he hecho esfuerzo sistemático alguno para mejorar la suerte de los hombres, para combatir la injusticia y la represión, y para mejorar las formas tradicionales de las relaciones humanas.

Sólo hice esto: con largos intervalos, expresé mi opinión sobre cuestiones públicas siempre que me parecieron tan desdichadas y negativas que el silencio me habría hecho sentir culpable de complicidad.

La existencia y la validez de los derechos humanos no están escritas en las estrellas. Los ideales sobre el comportamiento mutuo de los seres humanos y la estructura más deseable de la comunidad, los concibieron y enseñaron individuos ilustres a lo largo de toda la historia. Estos ideales y creencias derivados de la experiencia histórica, el anhelo de belleza y armonía, han sido aceptados de inmediato en teoría por el hombre... y pisoteados siempre por la misma gente bajo la presión de sus instintos animales. Una gran parte de la historia la cubre por ello la lucha en pro de esos derechos humanos, una lucha eterna en la que no habrá nunca una victoria definitiva. Pero desfallecer en esa lucha significaría la ruina de la sociedad.

Al hablar hoy de derechos humanos, nos referimos primordialmente a los siguientes derechos básicos: protección del individuo contra la usurpación arbitraria de sus derechos por parte de otros, o por el gobierno; derecho a trabajar y a recibir unos ingresos adecuados por su trabajo; libertad de discusión y de enseñanza; participación adecuada del individuo en la formación de su gobierno. Estos derechos humanos se reconocen hoy teóricamente, pero, mediante el uso abundante de maniobras legales y formalismos, resultan violados en una medida mucho mayor, incluso, que hace una generación. Hay, además, otro derecho humano que pocas veces se menciona pero que parece destinado a ser muy importante: es el derecho, o el deber, que tiene el individuo de no cooperar en actividades que considere erróneas o perniciosas. A este respecto, debe ocupar un lugar preferente la negativa a prestar el servicio militar. He conocido casos de individuos de excepcional fortaleza moral y gran integridad que han chocado por ese motivo con los órganos del Estado. El juicio de Nuremberg contra los criminales de guerra alemanes se basaba tácitamente en el reconocimiento de éste principio: no pueden excusarse los actos ilegales aunque se cometan por orden de un gobierno. La conciencia está por encima de la autoridad de la ley del Estado.

La lucha de nuestra época gira primordialmente en torno a la libertad de ideas políticas y a la libertad de debate, así como de la libertad de investigación y de enseñanza. El miedo al comunismo ha llevado a prácticas que han Llegado a ser incomprensibles para el resto de la humanidad civilizada y que exponen a nuestro país al ridículo. ¿Hasta cuándo toleraremos que políticos, hambrientos de poder, intenten obtener ventajas políticas de ese modo? A veces, parece que la gente ha perdido su sentido del humor hasta el punto de que ese dicho francés «el ridículo mata» haya perdido ya su validez.

 Tomado de: www.antroposmoderno.com/antro-articulo.php?id_articulo=729

1 comentario

Sergio Zeballos -

Para mi los Derechos Humanos no son universales sino historicos, ya que en todas las sociedades no se toman en cuenta los mismos derechos, pj: en las sociedades asiáticas no se respeta a la mujer como tal, en cambio aca en Latinoamerica si se la respeta, otorgandole derecho al voto, a participar en partidos politicos, a trabajar.
La lucha por los mismos es una constante batalla que no creo que se resuelva por que siempre va a haber alguien que los transgreda.
Aca en Argentina se vivio una triste realidad en 1976 en la cual no se valoraron los Derechos de las Personas, se privó de la libertad a miles de argentinos (mujeres y hombres) y muchos se apropiaron de hijos de los arrestados, al ocurrir este hecho lamentable le robaron el Derecho a la Identidad a cientos de niños, los cuales hoy todavia no saben su verdadero origen e identidad.
Como bien dijo Einstein "¿Hasta cuándo toleraremos que políticos, hambrientos de poder, intenten obtener ventajas políticas de ese modo?" al decir "ese modo" se refiere a no respetar nuestra libertad de expresion para obtener mayores beneficios para su persona desde el poder.
Finalmente da pena pensar que con el paso del tiempo no se haya logrado respetar completamente los DDHH y por el consiguiente se tenga que seguir luchando por los mismos.