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A 15 años del atentado a la AMIA, el arte denuncia la impunidad

A 15 años del atentado a la AMIA, el arte denuncia la impunidad

Con el paso del tiempo, la falta de justicia crece como tema de varias obras.



Este sábado se cumplen 15 años del atentado terrorista que, el 18 de julio de 1994, voló la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA): dejó 85 muertos, más de 300 heridos y varias causas judiciales truncas e investigadas, que mantienen impune el ataque. La onda expansiva, una década y media después y sobre el aniversario, produjo un libro y cuatro muestras, que rescatan el valor de la memoria y de la justicia y señalan, justamente, a la impunidad.


En el Espacio de Arte AMIA, dirigido por Elio Kapszuk, el artista Gerardo Feldstein montó la instalación Duerme: en el centro de un círculo formado por 85 pares de zapatos, un juez descansa recostado en su sillón, sobre una alfombra de expedientes -fotocopias de la causa AMIA- y entre cajas de pizza y botellas de champagne vacías. El juez -es una escultura- se tapa la cara con una almohada para seguir durmiendo. "Quise representar la falta de justicia, especialmente en la época del menemismo. Y también a las personas que ya no están pero que podemos convocar desde la lucha", explica Feldstein. "Me gustaría que la instalación genere en los que la vean las ganas de despertar a esa justicia dormida".


En el Espacio Central del Centro Cultural Recoleta se presenta una serie de grabados del artista Alfredo Benavidez Bedoya: son las huellas digitales de dos víctimas del atentado -ambos casos contados en el libro Historias con vida de Florencia Arbiser (ver recuadro)- intervenidas, progresivamente, con fotocopias del proceso judicial. Kapszuk, curador de las cuatro muestras alusivas al aniversario, comentó que la idea del artista fue ocultar la identidad cada vez más, tapándola con una simbología de la impunidad.


Allí mismo, en el sector Historietas, se expone la muestra Memoria Ilustrada, lanzada para el 13º aniversario del atentado y ampliada para esta edición.


La muestra, que según contó Kapszuk es el primer cruce entre el humor y el atentado -y que se refiere generalmente a sucesos o reflexiones posteriores y no específicamente al ataque- cuenta con trabajos de humoristas gráficos como Crist, Roberto Fontanarrosa, Hermenegildo Sabat, Maitena y el recientemente fallecido Andrés Cascioli.


A partir del 20, en el Centro Cultural Ricardo Rojas, se expondrá la muestra Defensas, del fotógrafo Daniel Caldirola, que retrató los pilotes que luego del atentado se pusieron en las puertas de las instituciones judías. El objetivo es desnaturalizar la instalación del vallado, que devino como consecuencia del ataque a AMIA y del previo atentado contra la Embajada de Israel, en marzo de 1992. "Es otro mecanismo para ejercitar la memoria", dice Kapszuk.


Otra vez, como lo hace desde hace seis años, el Espacio de Arte AMIA diseñó 20 mil paquetes de pañuelos descartables que serán repartidos a partir del 17 de julio en las farmacias, así como un libro de cine-dedo que, con el correr de las páginas ¿es decir, del tiempo-, convierte la palabra "Justicia" en "Impunidad". Muchos pañuelos. Para lágrimas interminables.


Por: Julieta Roffo- para el diario Clarín


Fotografía: ¡DESPIERTE! -Instalación de Gerardo Feldstein pidiendo un cambio de actitud por parte de la Justicia.


Tomado de: http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2009/07/16/_-01959630.htm

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